La confianza del consumidor en China cayó
entre octubre y diciembre de 2010 por segundo trimestre
consecutivo. Las previsiones de una mayor inflación llevaron
al índice elaborado por el instituto nacional de
estadísticas de China junto con la consultora Nielsen a caer
cuatro puntos, hasta 100. Por zonas, mientras la población
rural mantenía estable su confianza a causa de la
estabilidad de los empleos, los consumidores de las ciudades
manifestaron sus previsiones de reducir sus gastos debido al
posible aumento de los precios: no en vano la inflación
está casi en máximos de dos años y los precios
globales de la alimentación están además
incrementándose. El gobierno chino ya introdujo en enero un
paquete de medidas con el objetivo de reducir el precio de la
vivienda.